Una estufa con acumulación de grasa puede ser difícil de limpiar, pero con la técnica adecuada, puedes restaurar su brillo y mantenerla como nueva.

En esta publicación, compartiremos algunos consejos de expertos para una limpieza eficiente de la estufa que dejará su estufa impecablemente limpia.

¿Sabía que limpiar su estufa con regularidad no solo mantiene su cocina en buen estado, sino que también prolonga la vida útil del electrodoméstico?

Además, una superficie limpia evita la acumulación de suciedad y residuos que pueden ser potencialmente peligrosos.

La buena noticia es que no necesita productos de limpieza costosos para mantener su estufa brillante e impecable. Con algunos elementos comunes que probablemente ya tengas en casa, puedes hacer que tu estufa luzca como nueva.

En otras palabras: ¡limpiar la estufa es fácil con los consejos adecuados!

Aquí está nuestra guía paso a paso:

Primer paso: apagar el fuego y dejar enfriar.

Antes de iniciar el proceso de limpieza, es imprescindible asegurarse de que la estufa esté completamente apagada y fría. Esto no sólo evita accidentes, sino que también hace que la limpieza sea más segura.

A seguir, Ponte los guantes.

Proteja sus manos y use guantes durante todo el proceso de limpieza.

Una vez que se hayan completado los dos pasos de seguridad anteriores, retire las rejillas y los quemadores para que la limpieza sea más fácil y eficiente; De esta forma podrás trabajar en la limpieza de las piezas por separado.

Antes de sumergirte en el proceso de limpieza, asegúrate de tener a mano todos los productos necesarios. Necesitarás:

Detergente o desengrasante
Bicarbonato de sodio
vinagre blanco
Limón
Paños o esponjas de microfibra
Cepillo o cepillo de dientes
Guantes
agua caliente

¿Estás listo? Entonces ponte a trabajar.

Paso 1: comienza con la opción más suave. Humedece una esponja suave en agua tibia y aplica unas gotas de detergente. Asegúrese de que la esponja no esté demasiado empapada, ya que esto podría dañar la estufa.

Paso 2: Frote suavemente las áreas grasosas de la estufa con la esponja jabonosa. Trabaja con movimientos circulares y aplica una presión moderada. El detergente ayudará a descomponer la grasa y aflojar las manchas leves.

Paso 3: Continúe frotando hasta que la grasa comience a desprenderse. En ocasiones, esta técnica es suficiente para eliminar la suciedad y devolver el brillo a la estufa. Enjuague la esponja con frecuencia para evitar esparcir la grasa.

Paso 4: Después de fregar todas las áreas grasosas, enjuague bien la esponja y limpie todas las superficies de la estufa para eliminar cualquier residuo de detergente.

Si incluso después de utilizar una esponja suave y detergente la grasa persiste, no te preocupes.

Hay otras opciones más sólidas que puedes probar. Una de las más eficientes es mezclar partes iguales de bicarbonato de sodio y agua hasta formar una pasta. Aplique esta pasta en las áreas grasosas de su estufa, asegurándose de que cubra toda la superficie. Déjelo reposar durante al menos 15 minutos para permitir que la pasta penetre y descomponga la grasa.

frotar la grasa: Con un cepillo o cepillo de dientes, frote las áreas grasosas con movimientos circulares. La pasta de bicarbonato de sodio ayudará a levantar y disolver la grasa. Para las manchas difíciles, puedes añadir unas gotas de detergente o desengrasante para aumentar el poder de limpieza.

Después de fregar, humedezca un paño de microfibra o una esponja con agua tibia y limpie la pasta de bicarbonato de sodio y la grasa disuelta. Enjuague el paño o la esponja con frecuencia para asegurar una limpieza profunda.

Mientras la pasta de bicarbonato de sodio hace su magia en la estufa, aprovecha para limpiar las rejillas y las tapas de los quemadores. Utilice una esponja o un paño con detergente para eliminar la grasa o los residuos. Para las manchas difíciles, remójalas en la siguiente mezcla:

2 vasos de agua caliente

1 vaso de vinagre

4 cucharadas de bicarbonato de sodio

1/2 limón

Deja esta mezcla por un máximo de 10 minutos y frota con una esponja de acero. Enjuague luego y seque bien. Si es necesario, utilice un cepillo de dientes viejo para ayudar con la limpieza.

Terminar con vinagre blanco.

Para darle un toque final brillante, aplique un poco de vinagre blanco a un paño limpio o toalla de papel y páselo sobre la superficie de la estufa. El vinagre ayuda a eliminar los residuos de jabón y deja la estufa con un brillo impecable.

Después de asegurarte de que todo esté completamente seco, reemplaza los quemadores y las parrillas de la estufa. ¡Tu estufa ahora debería estar limpia y reluciente!

Recuerde limpiar esto con regularidad para mantener su estufa en excelentes condiciones. Además, al limpiar inmediatamente después de derrames y salpicaduras, evitarás que se acumule suciedad, lo que facilitará mucho la tarea de limpieza.

Limpiar regularmente su estufa no sólo mantiene su cocina con un aspecto hermoso, sino que también contribuye a un entorno de cocción más seguro y eficiente.

¿Te diste cuenta de que limpiar la estufa no tiene por qué ser complicado y que puedes utilizar productos que ya tienes en casa?